lunes, 31 de marzo de 2014

El Arte y la Bíblia



Habacuc 2, 18-19
"¿De qué sirve una escultura cuando ya ha sido terminada?
¿De qué sirve una imagen que lleva a la mentira?
Los ídolos no pueden hablar:
¿cómo, pues, podrá confiar en ellos el hombre que los fabrica?

¡Ay de ti, que a un ídolo de madera le dices que se despierte, y a una piedra muda, que se ponga en pie!
¿podrán ellos comunicar mensaje alguno?
¡No, porque no tienen vida propia, aunque estén cubiertos de oro y plata!"

Enmarcado en ese llamado a la justicia que es su libro, Habacuc profetiza cuál es el destino de los opresores de las naciones y concluye el capítulo 2 con esos versículos tan relacionados con la práctica artística.
Apelando a sus oyentes (que no son los inmorales y ricos hombres que él abomina) para que no sean avariciosos sino humildes, lanza un mensaje de esperanza con la promesa del Señor revelada en sueños (Hab 2,4).
Hoy en día que ya no sabemos quienes son los verdaderos dueños de la crisis que destroza nuestras vidas, nos cala de manera especial la certeza que esos anónimos no son invisibles al Señor y la justicia vendrá, pero Habacuc nos sorprende en dos puntos que nos desplaza temporalmente. El primero en Hab 2, 15 y la segunda en los versos que cité arriba.
Me centraré en el segundo que como artista/creador me llamó la atención. Parece ser que esos versos fueron inspirados por algo que pasaba en su tiempo y que era rumor entre el pueblo. Para más auxilio la Biblia de Estudio me indica leer en Isaías 44 y Jeremías10. 3-11 y 14-16. Habacuc y los otros dos profetas hablan del paganismo y la idolatría de falsos dioses que por los pueblos cercanos a Israel aparecían y de la estupidez de los hombres que los adoraban avisando a los israelitas tener cuidado de esos rituales muy corrientes en aquella época. Hoy en día aún tenemos esa problemática de adoración de ídolos, y parafraseando al dicho popular 'Dime con qué dios andas y te diré cómo eres', el dinero, el poder, el éxito, etc.
Aunque hoy la adoración de esos ídolos no se basan en lazos religiosos sino de avaricia, la relación con las imágenes ritualizadas se han metido en las Iglesias y demás espacios sagrados dónde los artistas/creadores/artesanos pueden hacer práctica de sus Dones para un plano trascendental.
Michelangelo y su conocida anédocta con su Moisés que no le hablaba aunque le golpeó en la rodilla me viene a la cabeza con las palabras de Habacuc. Es la propia limitación de la obra de Arte. Es una representación, es esa mentira que el profeta menciona.
Pero habla del propósito de la creación y es esa frase la que me enganchó.
El carácter performativo de la creación artísticas que varios teóricos del Arte hoy dicen que una pintura es el momento en que el artista da la última pincelada y da un paso atrás para mirarla por primera y última vez como lo que es, con todo su significado.
Eso enlaza con el marco que yo estoy preparando, una charla sobre el Arte como oración. El orar, la fugacidad de clamar, alabar, rogar, agradecer con palabras que vienen y se van y la fugacidad de la práctica artística como oración personal.

GBT

Todos los pasajes están sacados de La Biblia de Estudio, Dios Habla hoy.

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